La educación es un problema ya que hay mucho abandono y por lo tanto mucha falta de educación, se debe trabajar en esto si realmente el país quiere progresar el trabajo del pedagogo es justo esto el poder educar también a base de la tecnología para lograr poco a poco que el nivel de educación aumente
Ixchel Valencia
lunes, 7 de diciembre de 2015
Educar para el bienestar social
Las emociones son parte fundamental para la educación porque como aquí plantea si no se tiene una buena inteligencia emocional no se puede ser exitoso, de nada serviría tener buen coeficiente si emocionalmente eres inseguro o tienes un mal carácter
domingo, 22 de noviembre de 2015
Edad Media
LAS ESCUELAS DE LA EDAD MEDIA Esta obra de reconstrucción cultural fue realizada casi exclusivamente por el clero, se constituyeron escuelas en las instituciones religiosas, se formaron escuelas que eran monásticas, parroquiales y catedralicias u obispales. Las parroquias de las ciudades importantes daban la instrucción elemental. Los monasterios y las catedrales daban también instrucción media y superior. No se debe entender que toda parroquia o monasterio tuviese su escuela ni que donde había escuela se diesen cursos completos de instrucción. Por otra parte, un problema muy evidente y grave fue la escasez de maestros y lo difícil que era recibir una preparación adecuada, hacían que a menudo en esas escuelas el profesor supiera muy poco más que sus alumnos. Como se ha dicho, la instrucción superior se ofrecía en las escuelas de los monasterios y las catedrales. Por lo común, éstas dependían directamente del .obispo, quien nombraba al “canciller” de la escuela. Las escuelas catedralicias más importantes empezaron a extender diplomas de estudios que se denominaban licentia docendi que facultaban para enseñar en el área de la diócesis. Posteriormente el Papa concedió a las más importantes escuelas catedralicias el derecho de conceder una licentia docendi ubique que habilitaba para enseñar dondequiera.
EL FEUDALISMO Y LA EDUCACIÓN CABALLERESCA
Sólo una minoría de clérigos frecuentaba las escuelas medievales, pero no por eso puede decirse que el resto de la población quedase sin educar, si bien es verdad que era casi analfabeta. Cada sociedad desarrolla las formas educativas que necesita: la sociedad medieval, de economía pobre, basada en gran parte en el trueque y de estructura política feudal, si por una parte mantenía sencillas formas de aprendizaje para los trabajadores manuales y artesanos, por la otra, en lo tocante a la sociedad de los señores y caballeros, desarrolló formas de tirocinio para la profesión de las armas y reglas de vida “cortés” que se organizaron para constituir la típica educación “caballeresca”. La sociedad feudal, cuyos orígenes deben buscarse simultáneamente en el bajo Imperio Romano y en costumbres germánicas, se funda en las relaciones personales de fidelidad entre señor y vasallo, vasallo y valvasor, valvasor y valvasino. La base de la pirámide nobiliaria es el pueblo, reducido en gran parte a la condición de “siervo de la gleba”, es decir, de cultivadores afectos a la heredad en que han nacido y de la cual extraen productos de los que sólo pueden disponer en parte mínima, porque la propiedad de todo lo que brota de la tierra pertenece a los señores investidos de ella, es decir, que la han recibido en “beneficio” del rey u otros señores más potentes. Pero la pirámide feudal tiene su razón de ser: en un periodo en que el dinero es extremadamente raro y prácticamente no existe una organización estatal, los soberanos que no pueden reclutar en forma directa ejércitos ni pagar funcionarios capacitados, deben recompensar por fuerza los servicios que reciben de los guerreros más valientes asignándoles tierras en “beneficio”; a su vez, los guerreros deben hacer lo mismo con los caballeros de su séquito, y así sucesivamente. Los feudatarios representan la fuerza militar de la sociedad y muy pronto constituyen sin más la única forma de organización política. Nace de ese modo la caballería, que en un principio no es más que una chusma de aventureros ambiciosos y sin escrúpulos, hambrientos de tierras, que pescaban en el río revuelto de la anarquía feudal; pero el correctivo natural de los aspectos degenerativos del fenómeno está representado por una ética del honor, fundada sobre la fidelidad al señor a quien se ofrecen los propios servicios. Por otra parte, la Iglesia interviene y se esfuerza por transformar a la caballería en una institución dedicada a la protección de los inermes, las mujeres, los viejos y los niños, contra la arbitrariedad de los violentos. De esta forma se acaba por establecer una especie de iniciación preliminar para todos aquellos que desean ser armados caballeros. Naturalmente, además de ser de sangre noble, tienen que haber pasado por un largo tirocinio al flanco de un señor o caballero, primero en calidad de paje y después de escudero. De ese modo, habrá aprendido no sólo el uso de las armas, sino también las formas “corteses” (es decir, practicadas en las “cortes” de los señores), organizadas en una especie de “código caballeresco” aún no escrito, habrá aprendido a estimar el arte de los cantores y juglares que empiezan a alegrar la vida de los castillos, conocerá el mundo de la tradición épica medieval (ciclo carolingio, bretón, etc.), sabrá tomar de ahí temas apropiados de conversación, y en una palabra, a semejanza del héroe homérico, habrá aprendido al mismo tiempo el arte del hacer y el decir. La educación caballeresca no requiere conocimientos literarios, ni siquiera el aprendizaje del alfabeto (si bien más tarde surgirán en Francia “escuelas de pajes” donde no dejará de haber un embrión de educación literaria), no obstante lo cual es una formación completa y compleja que con frecuencia supone (sobre todo en las “órdenes caballerescas”) una severa disciplina moral, gentileza de modales y sentimientos refinados capaces de apreciar los valores religiosos al par de los terrenos, por ejemplo, la belleza femenina transfigurada en las formas inmortalizadas por la poesía trovadoresca.
LAS UNIVERSIDADES Y LAS ESCUELAS COMUNALES Las escuelas catedralicias dieron origen a la más importante institución cultural de la Edad Media, la Universidad. El término universitas se aplicaba en el medievo a toda comunidad organizada con cualquier fin. A partir del siglo XII, como consecuencia del incremento en el número de profesores y estudiantes, se formaron comunidades de profesores con vistas a defender sus intereses y la disciplina de los estudios. Dichas comunidades o universidades tenían por objeto proteger a los profesores contra el canciller, el obispo, el rey o quienquiera que intentase ejercer sobre ellos un excesivo dominio. De modo análogo, los estudiantes se reunieron a menudo en corporaciones o ligas para protegerse contra los profesores, las autoridades municipales, etcétera. Así fue como gradualmente el término de Universidad se empezó a aplicar por antonomasia a las universidades de profesores y estudiantes, con lo que se pasa de la escuela catedralicia a la Universidad como institución autónoma. Claro está que el proceso de transformación fue gradual y se cumplió para cada Universidad en una época diversa. Es de anotar asimismo que no todas las universidades tuvieron todas las facultades, que en aquel entonces correspondían a las artes liberales, o sea, derecho, medicina y teología. Ni todas las universidades fueron igualmente famosas por todas sus facultades: París lo fue y lo siguió siendo por la teología; Bolonia por el derecho. Las vicisitudes de la Universidad de París son características del proceso por el cual las universidades adquirieron los privilegios que las defendían contra la intromisión de las autoridades. Nicola Abbagnano, Visalberghi, La Universidad de París se deriva de las escuelas de Notre-Dame, de Santa Genoveva y de la Abadía de San Víctor. Ya antes de fines del siglo XII los maestros de esas escuelas estaban organizados en una corporación. Maestros geniales —entre los que destaca Abelardo (véase más adelante)— contribuyeron a dar fama a la escuela parisina y prepararon la constitución de la Universidad. En efecto, Abelardo enseñó tanto en Santa Genoveva como en San Víctor y NotreDame. Poco a poco se le reconoció a la Universidad el derecho de resistir a las autoridades de la ciudad y de tener un tribunal especial para sus miembros. En 1212 Inocencio reconoció la asociación de los profesores y ordenó al canciller que atendiera a sus recomendaciones para la selección del nuevo personal docente. Por otra parte, las luchas entre las autoridades políticas y religiosas, en las que la Universidad buscó alternativamente el apoyo del rey y del papa, contribuyeron a consolidar la autonomía y el prestigio de la institución. Por su parte, la Universidad de Bolonia, la más antigua junto con la de París, se caracterizó (como más tarde las otras universidades italianas) por ser una universidad sobre todo de estudiantes. En efecto, el rector de la corporación de estudiantes era reconocido como jefe de la universidad y los profesores debían jurarle obediencia y establecer con él su contrato académico. En 1224 Federico II fundó la Universidad de Nápoles. A poco surgieron otras en Padua, Siena y Roma. En Inglaterra, las más antiguas son las de Oxford y Cambridge. Oxford se organizó en 1167-68 a ejemplo de la Universidad de París; Cambridge fue fundada más tarde por un grupo de maestros que había dejado Oxford en señal de protesta. A fines del siglo XV se contaban en Europa más de 75 universidades. Por muchos siglos fueron el solo crisol tanto de la actividad científica como de la actividad intelectual en general, que sólo en época muy reciente, y por efecto de la revolución industrial, ha empezado a desenvolverse fuera de la vida universitaria. Los privilegios, las exenciones y las inmunidades cuya conquista fuera la razón de vivir de las universidades, porque sin ellos no hubieran podido ejercer su independencia de crítica e investigación, contribuyeron a consolidar el prestigio que esas instituciones han gozado en la vida social y que a menudo se ha reflejado y se refleja en sus miembros. La historia y la tradición de la Universidad, el hecho mismo de su nacimiento como organización para defender los intereses de la libertad de pensamiento hacen que incluso en nuestros días esta institución, tan típicamente medieval, sea la mejor fortaleza de la investigación científica. El mismo espíritu asociativo o corporativo que caracteriza el surgimiento de las universidades anima también, como se ha indicado, el desarrollo de las comunes, sobre todo cuando éstas empiezan a admitir a los representantes de los gremios artesanos o se forman en torno a éstas. No es de maravillar que la nueva burguesía comercial o artesana —que no encontraba en las escuelas del clero o la Universidad la posibilidad de formar a sus hijos para capacitarlos en las tareas que les eran propias— promoviesen en muchos casos las escuelas comunales, que se distinguían por no estar vinculadas al dominio eclesiástico y en las cuales, además de los rudimentos de la lectura y escritura, se enseñaba cálculo, contabilidad y otras materias de utilidad práctica. En su evolución y decadencia esas escuelas siguieron la misma parábola recorrida por la institución comunal misma.
LAS ANOTACIONES PEDAGÓGICAS EN SANTO TOMÁS En la poderosa síntesis tomista del aristotelismo y la doctrina cristiana no son pocas las observaciones susceptibles de ser aplicadas a la educación. Sin embargo, el problema sólo se aborda, ex profeso, desde el punto de vista exclusivo de la educación intelectual, en una “quaestio disputata” titulada De Magistro, con evidente referencia a la obra homónima de San Agustín. En efecto, la ética y la política de Santo Tomás concuerdan en concebir la educación moral como obra esencialmente disciplinadora de las disposiciones prácticas. De lo que se trata es de obligar a la adquisición de buenos hábitos o disposiciones mediante reiteradas elecciones en un mismo sentido. La educación moral no es pues una mera preceptística, sino sobre todo ejercicio; en ella, el maestro, si bien no puede hacerlo todo puesto que es indispensable la colaboración del discípulo, desempeña el papel principal. Pero en el plano intelectual la función del maestro parecía comprometida por la crítica agustiniana acerca de la efectiva posibilidad de que el saber pase del enseñante al discípulo. En efecto, también Santo Tomás reconoce que del uno al otro no pasan más que signos, mientras que los principios merced a los cuales, y en forma exclusiva, esos signos pueden asumir para el discípulo un significado, deben encontrarse ya, en potencia, en este último. Sin embargo, para que los conocimientos se vuelvan actuales y efectivos, y, en una palabra, para que sea posible aprender en verdad algo nuevo, es necesaria la aportación de los signos externos. Si bien es verdad que sólo Dios, al infundirnos en el alma los primeros principios, enseña interiormente, no por eso se debe excluir que el hombre enseña desde el exterior (y ciertamente ni siquiera San Agustín pretendía excluirlo). El maestro no comunica su ciencia al discípulo, sino que ayuda a éste a formarse dentro de sí una ciencia análoga a la del maestro. Su acción es parecida a la del médico quien, no obstante que actúa exteriormente, ayuda a la naturaleza a obrar internamente y a restablecer la salud. Más aún, los signos o palabras empleados por el maestro son más aptos para generar el proceso intelectual del conocimiento que las imágenes sensibles, puesto que son signos de significados inteligibles. De esta forma, Santo Tomás no sólo valoriza la acción del maestro, sino que la orienta en aquella dirección intelectualista y verbalista que caracterizará más adelante a la tradición contrarreformista que se inspiró sobre todo en él.
Es un pequeño resumen de un tema muy interesante, como lo es la Edad Media con relación a la educación, lo que se puede observar aquí, es la gran influencia que tiene la iglesia, ellos decidían que se enseñaba y a quienes se les educaba pues no era la misma educación para todos, lo que se puede ver es que la mujer no tiene ninguna aparición en esta época pues no era vista como parte de la sociedad.
Biografía
sus aportaciones a la educación pedagógica
Paulo Freire es un importante y gran referente dentro de la educación, llegando a ser catalogado como uno de últimos pedagogos que han analizado la problemática educativa desde un punto de vista integral, para él la pedagogía es la base indispensable y necesaria para concienciar a las personas y conducirlas a un mejor futuro, a un progreso y a su liberación.
Sus principales obras y aportes han sido tres:
- La educación como práctica de la libertad. En esta obra, como nos deja ver su nombre, resume lo que veníamos exponiendo; el empleo de la educación para desarrollar la libertad de las personas.
- Pedagogía del oprimido. Aquí realiza un estudio y análisis de las causas que oprimen a un hombre y cómo hacer para dar vuelta dicha situación.
- Extensión o comunicación.Profunda critica a las tradicionales formas y campañas de alfabetización, las cuales Freire considera que adolecen de graves y grandes faltas.
Dato sobre su vida
Víctima del golpe militar de 1964, Freire tuvo que abandonar su actividad ya que la consideraban como ‘subversiva’ (otro intento para acallar y silenciar). Motivado por esto, se refugió en Chile, donde participó en diversos planes del gobierno de Eduardo Frei. En este mismo país es donde escribe Pedagogía del oprimido, cuyo texto no es bien visto por autoridades de allí.
http://www.buscarempleo.es/formacion/paulo-freire-sus-aportaciones-a-la-educacion-pedagogica.html
domingo, 25 de octubre de 2015
Relación psicología y pedagogía
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX se realizó una estrecha relación entre la psicología y la pedagogía, hasta ahora sólo visto como una rama de la filosofía. Wilhelm Wundt, considerado el fundador de la Psicología Experimental, fue el primero en estudiar la “aprender a través de los sentidos. Ivan Pavlov demostró que el aprendizaje se puede unir a los estímulos secundarios.
Johann Friedrich Herbart fue uno de los últimos pensadores para asimilar la filosofía y los valores de la enseñanza, tratando de mediar con la investigación psicológica que estaba entonces en su infancia y proponer estos dos componentes para construir una ciencia de la educación.
Es importante saber que la pedagogía esla encargada de enseñar y educar pero como lo puede lograr sin comprender la conducta del alumno, ni familiarizarse con los principios del ser humano, sus procesos mentales y su comportamiento frente ala realidad.
Por esta razón es importante saber que la psicología le aporta a la pedagogía sus conocimientos para entender la conducta de los alumnos y sus procesos mentales, ayudándole a el desarrollo del educando, la motivación y sus procesos.
La psicología le aporta a la pedagogía todos sus estudios al ser humano como son el estudio de las conductas, los procesos mentales, los aspectos del pensamiento, las percepciones, las acciones humanas, el comportamiento de los individuos con la interacción en su ambiente y la experiencia. De esta manera la psicología le facilita a la pedagogía el encargarse de la educación, pues esta le brinda todo la parte del entendimiento del ser humano ayudándole a saber como es mas adecuado conducir el proceso educativo en diferentes personas.
Por esta razón es importante saber que la psicología le aporta a la pedagogía sus conocimientos para entender la conducta de los alumnos y sus procesos mentales, ayudándole a el desarrollo del educando, la motivación y sus procesos.
La psicología le aporta a la pedagogía todos sus estudios al ser humano como son el estudio de las conductas, los procesos mentales, los aspectos del pensamiento, las percepciones, las acciones humanas, el comportamiento de los individuos con la interacción en su ambiente y la experiencia. De esta manera la psicología le facilita a la pedagogía el encargarse de la educación, pues esta le brinda todo la parte del entendimiento del ser humano ayudándole a saber como es mas adecuado conducir el proceso educativo en diferentes personas.
Pedagogía y sociología
La sociología, al tener conocimiento de todos los fenómenos sociales y explicarlos, se transforma en el “método” para tratar el fenómeno educativo. sociología condiciona a la pedagogía porque los fines educativos serán fines sociales o sociológicos. A la pedagogía, por su parte, solo le corresponde la búsqueda de la actualización de esos fines, es decir, de los “medios” concretos para alcanzar esos fines, convirtiéndola en una didáctica.
La sociopedagogía ideológica
Analiza y explica los factores sociales y económicos que actúan en una situación educativa dada.
Es una pedagogía que erige en mito un aspecto de la realidad social, como puede ser la clase social, la raza, la nación, etc. y favorece a la sociedad en desmedro del individuo o del hombre.Considera que las viejas tradiciones, el orden del mundo, los intereses de ciertos grupos, etc. se deben mantener o restaurar mediante una “correcta” educación.Por ello, se ve en la educación un mecanismo de poder de gran potencia para servir a determinados fines ideológicos. Para Marx, el valor y misión histórica del proletariado, como clase social, es luchar contra la burguesía para lograr una sociedad sin clases (determinismo histórico).Por eso, la educación debe transformarse en un elemento fundamental para dar el poder al proletariado. Entonces, la pedagogía debe fijar el contenido socio-ideológico que se trasmitirá. Lamentablemente estos contenidos se transforman en “adoctrinamiento”, en una técnica de control social.
miércoles, 14 de octubre de 2015
Resumen filosofía y educacion
Filosofía y educación
La instrucción y educación de las jóvenes generaciones no es una tarea sencilla, puesto
que su objetivo es ayudarles en el desarrollo y la formación del carácter, la inteligencia y la
personalidad, además de incentivarles a una integración social positiva de bienestar,mejoría y de progreso humanos. La escuela tradicional se
ha encerrado en un circulo estrecho y sólo se ha preocupado de la transmisión de
conocimientos; la escuela habrá de moverse
en un circulo más amplio, con un control del saber en sus tres niveles, el individual, el cultural
y el social, de tal forma que se incentive una integración humana perfecta.
El fenómeno educativo es tratado por la pedagogía como un ideal que debe ser alcanzado y perfeccionado, como una problemática que debe ser solucionada, como un proceso que debe ser orientado a la eficacia, la educación debe servir al desarrollo del país y no al plan de desarrollo particular de un gobierno. Las nuevas generaciones merecen se les forme en hábitos de aprendizaje auténticos, que los acompañen a través de la vida y les permitan comprender y enfrentar con mayor humanidad y eficiencia las realidades y problemas de la misma.
El fenómeno educativo es tratado por la pedagogía como un ideal que debe ser alcanzado y perfeccionado, como una problemática que debe ser solucionada, como un proceso que debe ser orientado a la eficacia, la educación debe servir al desarrollo del país y no al plan de desarrollo particular de un gobierno. Las nuevas generaciones merecen se les forme en hábitos de aprendizaje auténticos, que los acompañen a través de la vida y les permitan comprender y enfrentar con mayor humanidad y eficiencia las realidades y problemas de la misma.
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